Con cara de alegría, de satisfación del deber cumplido, o tal vez con cara de "si se puede", o de todas al mismo tiempo, decenas de personas, mujeres y hombres caminaban rumbo a sus respectivos hogares, después de la jornada, larga jornada de ese día: marcha, plantón, de nuevo marcha y mitín.
El viejo libro con la pasta desgastada y arropada con diurex para que siguiese dando la cara de su titulo, estaba bajo el brazo del joven que junto a una mujer madura caminaban por la calle. Ella con cara de preocupación le comentaba al joven las tareas que aún tenía pendientes al llegar a su casa. Él le propuso ayudarla para que mas temprano terminará y cenaran algo antes de ir a dormir. Madre e hijo, se perdieron al descender por las escaleras que se hacen laberinto de sueños en el transporte colectivo de la ciudad de México, conocido popularmente como "Metro".
Me perdí en el carrusel de miradas del Metro, igual en ese laberinto me sumergí en mis sueños y sonrisas que se hacían suspiros al recordar lo fuerte que se escucho el grito para cerrar el mítin: ¡¡Que se vayan... que se vayan!!
Otra marcha ... otros miles de gritos de esperanza y hartazgo de miles y miles de mujeres y hombres que soñaban con cambiar el rumbo del país.
En mi walkman (toca-casettes-con-audífonos), deje correr la cinta para escuchar el disco que recien acababan de sacar los irlandeses de U2, The Joshua Tree en aquel 1987.
«Brillaremos como estrellas en la noche veraniega /
brillaremos como estrellas en la luz invernal /
un corazón, una esperanza, un amor».
With or Without You (Con o sin ti). U2
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